Nos situamos sobre las dos de la tarde en el salón de una familia castellana que se ha ofrecido para mostrarnos lo que viene siendo un menú típico español.
En esta imagen tenemos en primer plano la tapa o entrante por excelencia, el jamón ibérico, ya bien conocido por los segidores de este blog. A la izquierda de este vemos una barra de pan, el mejor acompañante para el jamón ibérico y justamente encima el aceite de oliva virgen, que para que nos entendamos es como el ketchup de los estadounidenses, ya que es usado a modo de salsa en casi cualquier plato, sobre todo ensaladas.Tener una bandera del país presidiendo la mesa es habitual y denota lo patriotas que son los españoles cuando se tratan temas alimenticios.
En esta segunda imagen tenemos otro de los platos que ha hecho mundialmente famosa la dieta mediterránea, nos estamos refiriendo a la Tortilla española, una exquisita combinación de huevo y patata frita lentamente.También podemos observar una pequeña cuña de queso de oveja que suele ser consumido en finas lonchas acompañado de pan.
A la derecha una ensalada que debería ser el entrante pero que queda relegada a plato final, la causa no es simplemente que el resto de platos llamen más atención a nuestro paladar, sino que si por algún motivo se te ocurriera empezar por la ensalada, una vez que hayas terminado con esta, uno podría levantarse porque con casi total seguridad no quedará nada mas en la mesa.
Sobre la ensalada a la derecha tenemos de nuevo el jamón ibérico, lo digo por si no se aprecia bien con la distancia.
Para finalizar tenemos lo que para muchos es la joya de la corona de la cocina española: Las croquetas, también conocidas cariñosamente como cocretas, que son elaboradas con una masa de jamón, pollo y bechamel rebozadas de harina y fritas en aceite de oliva, parece mentira que semejante delicia proceda de las sobras de otro plato como es el cocido del que supongo nos detendremos a revisar en otra ocasión.
